19.2.11

han pasado más de 3 años desde que escribí esto:
...porque hay momentos en los que no sabes realmente cómo demostrar a alguien que estás ahí, que puede contar contigo para lo que necesite, que quieres ayudarle.

la historia se repite, y sigo sin saber cómo demostrarlo.

14.2.11

te levantas una mañana y vas a la ya tienda habitual "Cheep Jeap", resultando estar el Grand Cherokee edición especial en oferta, asique lo alquilas y te vas rumbo al aeropuerto, pero como vas con tiempo, te paras a comprar un buen desayuno y provisiones para el día...
llegas al aeropuerto, recoges a las visitantes y os poneis rumbo al sur, empezando a contar todas esas historias que llevabas tiempo queriendo contarlas en persona, haciendo bromas que solamente ellas pueden llegar a entender, fotos absurdas que quedarán por siempre como los mejores recuerdos, en lugares que, para mi, nunca se olvidarán...
porque una visita, un fin de semana en compañía de tres personas totalmente geniales, es lo que te puede dar fuerzas para seguir allí, para darte cuenta de que aunque te hayas ido todo sigue igual, las coñas son las mismas, puedo seguir siendo yo sin miedo a que me juzguen, y saber que hay gente que te sigue esperando a tu vuelta.

y de todo esto va a hacer ya un año, y en un año pueden pasar muchas cosas. ahora, un año después, estoy planeando otro viaje, un viaje diferente, pero un viaje del que espero que me haga recordar muchas de las cosas que parece que tengo algo olvidadas...

7.2.11

Una cicatriz mola mucho más que un iPhone. Cuando un hombre enseña una cicatriz, acto seguido todos empiezan a enseñar las suyas.

[...]

Las cicatrices son el recuerdo de que hubo un momento en el que lo pasaste muy mal, pero sobreviviste. Unos buenos almacenes de cicatrices suelen ser las rodillas. Allí están los recuerdos de la infancia.
En el torso, en cambio, están las cicatrices que te recuerdan que has estado en un quirófano y te han hurgado por dentro. Son una costura en el pecho, como la de los peluches.

[...]

Las cicatrices son valiosas porque recuerdan y ya no duelen, y evocan historias. Pero, como toda cosa valiosa, conseguirlas cuesta caro.

4.2.11

- Bonitas vistas - dijo Rebecka -. Bueno, puede que ahora no mucho.
Lo único que se veía fuera era un telón de nieve que iba cayendo.
- ¿Por qué no? - dijo Vessa Larsson -. Puede que ésta sea la mejor vista. El invierno y la nieve son bonitos. Todo se vuelve más sencillo. Menos colores. Menos olores. Días más cortos. La cabeza puede descansar.

1.2.11

Me gusta el mar. Desde pequeña he ido a la playa, pero hacía mucho sol porque era verano. Y me quemo. Y eso ya no me gusta tanto. He decidido que ver el mar con frío es mucho más bonito. Con el viento en la cara. Te sientas en la arena y te olvidas de todo. El mar me tranquiliza demasiado. Me hace recordar muy buenos momentos. También me gusta la nieve. Me encanta ver nevar. Notar cómo te hundes cuando andas por ella. Que los copos te caigan encima mientras das un paseo sin rumbo alguno. Es otra de las cosas que hace que deje de pensar. Y eso también está bien. Muy bien.