y es cuando cada 11 de marzo me da por volver a pensar en la infancia. aquellos buenos tiempos que se pasaban en el pueblo. aquellos larguísimos inviernos comiendo pipas, jugando a juegos de mesa o yendo al bar a jugar al billar. aquellos cortos veranos en bicicleta, horas y horas en la calle, remojones en la piscina y casetas en el pinar.
¿no lo echas de menos? todo ese tiempo ya pasó. son recuerdos nostálgicos que quedarán ahí por siempre. porque ahora todo ha cambiado. porque la vida sigue su curso. porque aquella mejor amiga de la que eras inseparable ahora ha pasado a ser una simple conocida a la que decir hola cuando pasa a tu lado.
¿no te da pena? a mi sí, pero solo cuando lo pienso. igualmente, te seguiré escribiendo un año más para decirte "felicidades". y luego seguiré con mi vida.
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