Los años siguen pasando. Abres la carpeta "fotos" en el ordenador y te das cuenta que te toca crear una nueva. 2014. Un año más. O lo que es lo mismo, sumas un año a todas esas aventuras que tienes almacenadas. Esas que de vez en cuando son necesarias mirar. Para saber quién eres. Para saber de dónde vienes. Para no olvidar. Para darte cuenta de todo lo que vas dejando por el camino. Para darte cuenta de a quién vas dejando por el camino. O lo que es más importante. A quién mantienes en el camino.
Amistad: Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
Son estos momentos en los que te das cuenta de todo lo que vas a dejar. Vas a poner muchos kilómetros de por medio. Quizá demasiados. ¿Es necesario? A veces creo que sí. Me voy conociendo demasiado bien. Sé que no me arrepentiré, pero eso no evita que se forme un nudo en el estómago. Porque han sido demasiadas aventuras. Porque han sido grandes y pequeños momentos. Porque yo no olvido. Pero tengo miedo de que la gente sí.
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