...y aquí estoy, un día más, una noche más, sin sueño, aunque mi conciencia me diga que debería irme a la cama.
No sé, hacía tiempo que no me pasaba, pero está bien, muy bien.
Son éstas las noches en las que intentas cambiar el mundo. Las noches en las que sale a relucir tu lado más filosófico intentando comprender el mundo. Las noches que aprovechas de verdad, simplemente con el flexo, un boli y un trozo de papel. Las noches en las que te replanteas toda tu vida una y otra vez, en las que piensas en todo lo (mucho) que has dejado atrás y en todo lo (más) que queda por venir, cuando intentas hacer planes y poner algo de orden, y aunque no siempre llegues a una conclusión clara, habrá merecido la pena intentarlo.
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