¿Quién dijo que no le gustaban los domingos por la tarde?
Hay domingos por la tarde que merecen mucho más la pena que cualquier otro día, y son esos días diferentes los que hace que tu vida no sea monótona...
Domingos de visitas, visitas de lejos, con gente con la que has vivido mucho, tanto como un año que ha marcado demasiado en tu vida.
Esas personas que cuando estás con ellas te da igual lo demás, porque sabes que no todos los días puedes encontrar a gente que te entienda tan bien, porque hay cosas que es imposible explicar y hay veces que no merece la pena ni intentarlo...
...porque es cuando cogen el bus cuando vuelves de nuevo a la vida real, a la que es tu vida, para lo bueno y para lo malo, y te das cuenta de todo lo que has dejado atrás y que nunca volverá, es cuando te das cuenta de que cada uno sigue su camino, que una vez que montaste en el avión de vuelta hay gente de la que nunca más llegarás a saber nada, aunque está muy bien hacer pequeños paréntesis y dejar entrar en tu vida real a esa gente, aunque solo sea por una tarde, para recordar que todo fue genial.
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