15.4.13

Le llaman la crisis del cuarto de vida.

Te empiezas a sentir inseguro y te preguntas dónde estarás en un año o dos, pero luego te asustas al darte cuenta que apenas sabes dónde estás ahora.
Te empiezas a dar cuenta de que hay un montón de cosas sobre ti mismo que no sabías y que quizá no te gusten.
Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios. Y que cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para charlar un rato.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas y con más dolor.
Y quizá te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a alguien lo suficientemente interesante como para querer conocerlo mejor.

Atraviesas por las mismas emociones y preguntas una y otra vez, y hablas con tus amigos sobre los mismos temas porque no terminas de tomar una decisión.
Tratas día a día de entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no.
Tus opiniones se vuelven más fuertes.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu única compañía en el futuro.
Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que las amistades universitarias son las verdaderas y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas.  

A veces te sientes genial e invencible, y otras... solo, con miedo y confundido. 

8.4.13

Porque nuestro mundo no es el mundo de Otelo. No se pueden fabricar coches sin acero; y no se pueden crear tragedias sin inestabilidad social. Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto, a salvo; nunca está enferma; no teme la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas ni hijos ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas puedan obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma. El soma que usted arroja por la ventana en nombre de la libertad, Mr. Salvaje. ¡La libertad!

7.4.13

He aprendido que, a veces, la postdata de una carta es el mensaje más importante.
hace un par de años escuché en un programa de la tele que somos más infelices porque nos preocupamos por cosas que no podemos solucionar en ese momento, que una de las claves de la felicidad está en ser consciente de la tarea que estás realizando en ese momento y poner la máxima atención en ello.
recuerdo que en ese momento me lo tomé bastante a coña, puesto que con mis compañeros y yo nos estuvimos riendo de ello, y en esos momento fuimos felices fregando los platos, viendo la tele o pasando el rato diciendo estupideces. aunque he de decir que en esos momentos las preocupaciones futuras que teníamos eran menores.

pero últimamente todo es diferente y me acuerdo mucho de aquel programa. mis preocupaciones han aumentado, supongo que decidir el futuro no es fácil para nadie. pero bueno, igualmente, últimamente soy incapaz de centrarme a hacer algo concreto. miles de distracciones a mi alrededor y otros tantos pensamientos de mi cabeza hacen la tarea de centrarme demasiado complicada. creo que necesito algo de tiempo para mi. a solas. sin distracciones. porque quiero hacer cosas, sé lo que quiero hacer, pero soy incapaz de centrarme en ello al 100%... creo que como mucho mucho logro alcanzar el 60% y, sinceramente, eso es una mierda.

3.4.13

- Estabilidad --continuó el interventor-- , estabilidad. No cabe civilización alguna sin estabilidad social. Y no hay estabilidad social sin estabilidad individual.

[...]

- Estabilidad --insistió el interventor-- , estabilidad. La necesidad primaria y la última. Estabilidad. De ahí todo esto.
El remordimiento, y en ello coinciden todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable. Si has obrado mal, arrepiéntete, enmienda tus yerros en lo posible y esfuérzate por comportarte mejor la próxima vez. Pero en ningún caso debes llevar a cabo una morosa meditación sobre tus faldas. Revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse.