28.11.10

música, sol a través de la ventana, una manta y un café... quién quiere más?

27.11.10

te levantas pronto y ves que todo el mundo está dormido... pero igualmente te aislas en tu habitación y ves que tienes todo el día por el delante... con muchas cosas que hacer, pero no te importa, hay días que apetece vivirlos.

20.11.10

...y es así como el tiempo pasa, como después de cinco años te das cuenta que nada es como el primero, como aunque conoces a toda la gente cada vez te hablas con menos, como te vuelves más selectivo de una manera impresionante, cuando te das cuenta de que, realmente, echas de menos a mucha gente que no pensabas que serían tan importantes para ti, como ves que hay gente nueva en tu vida que tampoco contabas con ella de tal modo.

es ahora cuando te das cuenta de que todo ha cambiado, y nada volverá a ser igual... y esque esto se va acabando por momentos.

16.11.10

Se percató de que tenía que reconstruir su vida. Sospechaba que ya había tomado esa decisión con anterioridad, cuando estaba enfermo, pero lo atormentaba de nuevo el hilo de un recuerdo que se le escurría entre las manos.

15.11.10

Un avión.

Para muchos una obra de ingeniería, para otros un simple medio de transporte, ¿y para mí?

Un avión es un vínculo de unión hacia otro lugar totalmente diferente, una manera de cambiar, de tomarte un tiempo o cerrar una etapa para siempre.
El simple hecho de coger un avión es un cúmulo de sensaciones, claro que no siempre son las mismas, pero siempre hay algo que te invade, como que se mueve por dentro, y que no eres capaz de llegar a controlar.
No sé, será porque, dentro de lo que cabe, han sido bastante los que he cogido en mi corta vida, y han sido varios los que me han marcado de un modo especial: a veces con una sonrisa de felicidad y ansiosa por llegar al destino; otras, sin embargo, con las lágrimas cayendo y sin poder controlarlas, deseando que ese avión nunca llegue a despegar.

13.11.10

Una vez estuve en un sitio. Era un sitio muy guay. Un sitio donde la gente era feliz sin importarle nada. Un sitio blanco. Muy blanco. Pero por las noches se volvía totalmente oscuro. Apenas las luces asomaban por las ventanas de las casas. Y a mí me daba miedo salir. Aunque quería hacerlo. Y finalmente me sentaba en el porche con mi abrigo. Y mis guantes. Y contemplaba cosas raras que se movían en el cielo. Luego pensaba. ¿De qué voy a tener miedo? En un sitio como este nada malo puede pasar. Y cierto era.
¿Por qué escribir estas páginas? ¿Para qué sirven? -¡Ni yo mismo lo sé! Es bastante estúpido, a mi modo de ver, ir preguntando a los hombres por el motivo de sus acciones y de sus escritos.
-¿Sabe usted mismo por qué ha abierto estas míseras hojas que va a trazar la mano de un loco?
¡Un loco!, esto da terror. ¿Qué es usted, lector? ¿En qué categoría te encuadras?, ¿en la de los tontos o en la de los locos?

[...]

Únicamente voy a poner sobre el papel todo lo que se me pase por la cabeza, mis ideas con mis recuerdos, mis impresiones, mis sueños, mis caprichos, todo lo que se me pase por el pensamiento y por el alma; risas y lágrimas, blanco y negro, sollozos salidos primero del corazón y extendidos luego como una pasta por períodos sonoros, y lágrimas diluídas en metáforas románticas.