15.11.10

Un avión.

Para muchos una obra de ingeniería, para otros un simple medio de transporte, ¿y para mí?

Un avión es un vínculo de unión hacia otro lugar totalmente diferente, una manera de cambiar, de tomarte un tiempo o cerrar una etapa para siempre.
El simple hecho de coger un avión es un cúmulo de sensaciones, claro que no siempre son las mismas, pero siempre hay algo que te invade, como que se mueve por dentro, y que no eres capaz de llegar a controlar.
No sé, será porque, dentro de lo que cabe, han sido bastante los que he cogido en mi corta vida, y han sido varios los que me han marcado de un modo especial: a veces con una sonrisa de felicidad y ansiosa por llegar al destino; otras, sin embargo, con las lágrimas cayendo y sin poder controlarlas, deseando que ese avión nunca llegue a despegar.

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