13.11.10

Una vez estuve en un sitio. Era un sitio muy guay. Un sitio donde la gente era feliz sin importarle nada. Un sitio blanco. Muy blanco. Pero por las noches se volvía totalmente oscuro. Apenas las luces asomaban por las ventanas de las casas. Y a mí me daba miedo salir. Aunque quería hacerlo. Y finalmente me sentaba en el porche con mi abrigo. Y mis guantes. Y contemplaba cosas raras que se movían en el cielo. Luego pensaba. ¿De qué voy a tener miedo? En un sitio como este nada malo puede pasar. Y cierto era.

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